Carlos Rabel (Pay), nieto, hijo, hermano, primo, sobrino, tío y -sobre todo- exiliado, vuelve a la casa familiar después de 17 años en busca de «alguna cosita que alivie el sufrir», como ese carnaval que tanto añora. Dispuesto a cerrar heridas y a recuperar lo perdido, Pay se encontrará con que lo que para él es una realidad llena de carencias, dolor y hastío, para otros es quimera por realizar. Porque aquí o allá, el exilio, ese plato agridulce aderezado por las nostalgias de los que se van y la añoranza de los que se quedan, lleva en su doble naturaleza los logros y las renuncias, los beneficios y los sacrificios, la ilusión y la resignación. Y cada vez que en una familia alguien emprende ese camino, ya todos -los que se van y los que se quedan- vivirán para siempre en pos de alguna cosita que alivie el sufrir.